En un rincón de Buenos Aires...
Hace ya 22 años
que vivo en Buenos Aires y recién ayer visité la Biblioteca Nacional por
primera vez (¡Es terrible como uno
deja de valorar las cosas por el hecho de estar acostumbrado a tenerlo tan a
mano!). En fin, mientras subía las escaleras de la entrada, vi una imagen
que me llamó particularmente la atención: eran dos personas besándose. Fue casi
inmediato que las emociones empezaron caer una tras otra cual efecto dominó: primero
sentí ternura, la que fue seguida por felicidad, luego tristeza y hasta un poco de confusión.
Acto seguido, mientras
me dirigía hacia el edificio, había una pregunta que no dejaba de resonar en mi
mente: ¿QUÉ ES LO QUE HACE TAN ESPECIAL
AL AMOR? … ¿Por qué lo buscamos? ¿Por qué
creemos que existe un amor perfecto, ideal, que puede contra todo, que
supera todos los obstáculos que se le presenten, y hasta llegar al punto de que
pareciera ser inmune a las enfermedades?
La clave –creo yo- está
en su misma abstracción y pureza: la única manera de experimentarlo es en
nuestro interior. Es por medio de este
sentimiento que logramos oír la “voz humana” que hay dentro de cada uno de
nosotros.
Y… ¿Qué sería de nosotros sin amor? Es simple. Seriamos seres
unidimensionales. Personas incapaces de salir de la planicie que nos rodea. Seríamos entes a los que la vida
simplemente “les pasa” por delante, que no la viven con plenitud.
No me interesa ahondar
mucho más en el tema, pero me parece que es importante entender que el amor está no sólo en las relaciones de pareja, sino
que además se presenta en la familia,
en nuestros amigos, en nuestro trabajo, en nuestros hobbies y pasiones, en nuestros ideales y creencias, en las religiones, en la música, el arte, y hasta en uno mismo.
¡Pero ojo!, no debemos
caer en la falacia del AMOR IDEAL o
PERFECTO porque la realidad es que no
existe.
En la vida real vas a
vivir desamores, vas a tener tus desencuentros, vas a ser decepcionado como también
vos vas a decepcionar a otros. Como ser humano, la capacidad de sentir amor te fue dada por una razón: para que
encuentres tu camino hacia la verdad, hacia la conciencia infinita, abriéndote paso
en medio de todo lo que te rodea. Y la
máxime es que nadie necesita de este complejo razonamiento para vivir, amamos a
los que elegimos amar, así, “porque sí” y sin pensarlo mucho…
Sentí amor aunque no lo veas,
aunque no lo entiendas, aunque no lo sepas explicar o expresar, porque en
definitiva, EL AMOR ES ESO QUE NOS UNE.
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