23:13 pm
Cansancio. Ojos irritados. “Sol basta por hoy” – dice tu mente- sin embargo tu cabeza sigue maquinando a mil. Ponés agua a hervir, sabiendo que este último café va a terminar de destrozar tu hígado. Claramente necesitás de esa inyección de cafeína para sentir –falsamente- que tenés más energía. Acto seguido, me pregunto hasta qué punto vale la pena: ¿Realmente dará frutos todo el esfuerzo que uno hace? ¿Se verá reflejado en el mañana todo lo que hacemos hoy?...Quiero creer que sí. Quiero imaginar que cada paso que damos va a dar sus frutos.
Sin embargo, la realidad irrumpe con toda: más allá de todas las conjeturas que hagamos, no hay certeza de que vayamos a lograr lo que tenemos en mente. Suena medio pesimista, ¿no? Algunos de ustedes estarán pensando “Flaca, hacete ver, o andá a un psicólogo”, y puede que no esté mal eh… ya hay veces que dudo de mi propia cordura. Pero bueno, como dice el dicho “Que tire la primera piedra el que no haya pecado”, yo digo “Que levante la mano el que no está un poco loco”…
Volviendo al tema, más allá de si al final logramos cumplir con nuestro objetivo, lo importante es dar lo mejor de nosotros: tener la conciencia limpia de que hicimos todo lo que teníamos a nuestro alcance para lograr el mejor resultado. Buscar ser la mejor versión de nosotros mismos.
Ojalá pudiera decir que todos vamos a llegar a la meta. Ojalá pudiera decirte “Vas a vivir una vida plena y feliz”, “Vas a ser una persona exitosa” o simplemente un “Felicitaciones”. Pero de nuevo, la vida te golpea: y ahora es cuando entramos en la segunda rompiente. Nos percatamos de que no existe el ideal de LA FELICIDAD TOTAL, resulta ser una utopía: es imposible que todas las personas del mundo sean felices todo el tiempo. No existe cosa tal como la felicidad constante ni la felicidad total. Lamentablemente todos atravesamos en algún momento por diversos estadíos que distan rotundamente con la idea de “felicidad”: tristeza, angustia, duda, furia, odio, envidia, melancolía, etc. (En síntesis: desconfío plenamente de aquellas personas que se muestran felices el 99,9% del tiempo).
La pregunta que te voy a hacer es ¿Qué vas a hacer?, ¿Te vas a quedar de brazos cruzados?, ¿Vas a dejar que el tiempo trascurra?, ¿O vas a levantarte y ver qué opciones son viables para hacer frente a las cosas?
Para terminar, creo oportuno copiarles un fragmento dicho por Mahatma Gandhi: “Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura. No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó! De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó. Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla. No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.”
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