QUÉ PASARÍA SI...

Soy de esas personas que se preguntan ese famoso “qué hubiese pasado si…”  de manera constante, y que resuena en nuestras mentes ya sea por segundos, minutos, horas o incluso hasta por varios días. Decidir. Elegir un camino u otro. ¡Qué cuestión complicada la verdad! Bah, al menos para mí que puedo llegar a tardar hasta media hora para las decisiones más simples de todos los días.

  Desearía tener a alguien que me dijese qué tengo que hacer, o que me diese las respuestas a todos mis problemas así podría calmar todos esos “que si…”  que tanto revolotean en mi mente. Es quizá por eso que encuentro una verdadera fascinación en leer los horóscopos con la falsa esperanza de que alguien me diga si estoy yendo por el camino correcto o que todo va a estar bien. Ahora la verdad: ¿Cómo alguien que nunca me vio la cara, que ni me conoce o ni siquiera sabe mi nombre va a poder darme alguna certeza de cómo va a ser mi vida amorosa de acá al día 30 del mes o cuál va a ser “la clave de mi semana”?

            Típico: queremos saber si tomamos la decisión correcta o que hicimos lo que teníamos que hacer. Sin embargo puede que nunca encontremos esa respuesta que tanto buscábamos pero… ¿Sería divertida la vida si tuviésemos la respuesta a todas estas preguntas?  ¿O si supiésemos cómo van a desarrollarse nuestras vidas de acá a diez o veinte años?  Competimos por el control pero a la vez anhelamos cierto grado de espontaneidad. ¡Qué contradictorias podemos llegar a ser las personas!

A pesar de que sea una de las personas más indecisas que pueda haber, creo firmemente en que si faltase este elemento espontáneo nuestras vidas serían tan aburridas como esperar el bondi para llegar a la facultad, al trabajo o como cuando te dejan colgado del otro lado del teléfono.  

La vida en si es una incerteza. Va a estar llena de estos “que si…”. Hay que aprender a convivir con el misterio de la vida. Creo que la clave está en comprender que van a haber situaciones que se van a salir de nuestro control, o que vamos a hacer miles de cosas de las que nos vamos a arrepentir .Pero como seres humanos cometemos errores y lo importante es levantar la cabeza y seguir adelante; de lo contrario vamos a quedar atrapados en nuestras propias mentes tratando de encontrar el sentido de las cosas cuando la mayoría de lo que nos pasa carece de tal.

Por último quiero proponer algo…

“Qué pasaría…” si simplemente dejamos de lado todos estos “que si…” y nos escuchamos por un momento a nosotros mismos. Si nos concentráramos en aquellas cosas que nos dan alegría y que nos hacen bien, por más SIMPLES o rutinarias que sean, pienso que las respuestas van a aparecer solas y rápidamente. O mejor aún: 

 ESO QUE PARECÍA UN PROBLEMA YA NO VA A APARECER COMO UN PROBLEMA EN LO ABSOLUTO.